La astrología y la astronomía eran estudios vinculados hasta que en el s.XVII, con la era racional, se dividió la fe de la ciencia, y la razón devino la base para explicar el mundo. Es histórico que la humanidad se ha apoyado en las tradiciones esotéricas para conectarse con la parte espiritual y con las fuerzas del universo para intentar responder a las preguntas sobre la existencia. Las leyes universales nos recuerdan que "cómo es arriba, es abajo y cómo es abajo, es arriba" y "cómo es a dentro, es a fuera y cómo es a fuera, es a dentro" (El Kybalión).
La astrología es un lenguaje que relaciona el cielo y la tierra y utiliza la mitología y los arquetipos para describir los movimientos celestiales para descifrar situaciones y personajes. Y nosotros, la humanidad, formamos parte de esa relación, aunque, en la cultura occidental parece que nos hemos olvidado.
La astrología psicológica es una herramienta potente que describe estos arquetipos y nos ofrece observar los mecanismos que activamos para poner consciencia en ellos. Conocernos mejor, nos habilita a trascender patrones defensivos y a comprender mejor nuestros dones y potencialidades.
La astrología no es una herramienta predictiva, sino que es una herramienta que nos interconecta en diferentes escalas entre el adentro y el afuera, y viceversa.
Es un lenguaje circular que contradice la linealidad en la que vivimos, pero eso ya es otro tema filosófico.
Te ofrezco una lectura de tu Carta Natal, que es el ADN astrológico que adquieres en el momento en que naciste. Para ello, necesito saber tu día de nacimiento, lugar y hora (si no sabes la hora exacta, se puede pedir el certificado de nacimiento online). Aparte, también podemos leer la Revolución Solar, que es la lectura de cómo están los astros en el momento de tu cumpleaños y así saber los movimientos para ese año.